Somos una organización de trabajadores y trabajadoras de la economía popular que habitamos en pequeños pueblos y zonas rurales de los departamentos Calamuchita y Santa María, provincia de Córdoba (Argentina). En 2018 recuperamos el predio del exGrupo de Artillería 141 -ubicado entre Villa San Isidro, José de la Quintana y Los Molinos- y logramos el permiso de uso legal otorgado por la Agencia Administradora de Bienes del Estado (AABE), en alianza con la Cooperativa Madre de la Esquina del Hogar de Cristo y la Fundación Effetá. Allí gestamos el Refugio Libertad, un campo comunitario donde producimos alimentos sanos y creamos trabajo para más de 50 familias, con cuidado del territorio y el ambiente (ganadería mayor y menor, producción de forrajes y granos, horticultura, apicultura, cunicultura, reciclado, recuperación de infraestructura abandonada, entre otras).
Guiadas por el deseo de alcanzar un Buen Vivir Comunitario y promover el arraigo rural, creamos espacios culturales, de educación y formación, de desarrollo sociocomunitario y solidaridad, en iniciativas que llamamos Refugio Cultural. Hoy nos honra ser la sede centro de la Escuela Nacional de Organización Comunitaria y Economía Popular (ENOCEP) de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP). Además, nos sumamos a las Redes Comunitarias de internet de la zona, trabajando activamente con la Asociación Civil AlterMundi en pos de la conectividad digital rural y la apropiación popular de tecnología; proyectamos construir juntos un DataCenter que nos permita crecer en soberanía tecnológica.
En ese camino, asumimos la responsabilidad y el desafío de recuperar y abonar la Memoria. En el predio del ex Grupo de Artillería 141 funcionó un Centro Clandestino de Detención y de Tortura durante la última dictadura cívico-militar (reconocido por el Registro Único de Víctimas del Terrorismo de Estado-RUVTE recién en 2018), y se investiga la presunta presencia de enterramientos clandestinos. Por ello, y porque entendemos que no se puede sanar la tierra sin recuperar la Memoria, con el acompañamiento de diversas organizaciones de Derechos Humanos realizamos talleres, señalizaciones y construimos un Sitio de Memoria que todavía no cuenta con el apoyo estatal que una iniciativa así merece.
Somos mayoritariamente mujeres y, junto con nuestros compañeros, estamos comprometidas/os con la erradicación de la violencia de género y la construcción de alternativas de vida digna para otras mujeres, jóvenes, niñes y otres. Entendemos que para eso necesitamos fortalecer la comunidad y nuestra autonomía, avanzar en soluciones habitacionales y crecer en lo productivo, protegiendo el monte nativo y el río que nos vieron nacer.
Soñamos con un Refugio Libertad abierto a la comunidad y que cuente con el aporte de todos y todas. Ya está sucediendo…